jueves, 21 de mayo de 2015

La Ham-Ham de mi casa

 
Hace un tiempo me compré una hámster rusa, la llamé Pelusa porque siempre que la suelto por casa acaba llena de pelusas, además que es de color gris y blanco.
 
Su casa parece un chalet de dos pisos:
 

Tiene una casita de la que bajan unos escalones hasta un tobogán por el que se baja al piso de abajo. Allí tiene el bebedero, la rueda para correr y el comedero (que no usa mucho, porque toda la comida la coge, la lleva hasta su casa y la almacena).


Recientemente hemos descubierto que, aparte de las pipas de girasol, el maíz, el pienso y las nueces le gusta también la manzana...

 
Aunque una de sus cosas favoritas es observar lo que ocurre asomada a la puerta tras tomar un aperitivo de su despensa:
 

La próxima vez pondré fotos de Pelusa corriendo en la rueda, bajando por el tobogán o dentro de su bola de ejercicio.


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